l barbero más famoso de la historia de la música vuelve al Teatro Real de la mano de Emilio Sagi, uno de nuestros más internacionales directores de escena. Desde que se estrenó sobre este escenario en 2005 ha viajado por varios teatros, entre ellos el Châtelet de París, ha cosechado premios, como el Campoamor a la mejor dirección de escena, y pervive en forma de apreciado dvd. Esta obra llena de vitalidad y alegría, aunque con los claroscuros tan propios de Rossini, abrirá la nueva temporada del Real. La más hermosa ópera bufa que existe, como declaró Verdi, supone todo un reto para todos aquellos que la afrontan, precisamente por tratarse de uno de los títulos más populares del repertorio y por las numerosas dificultades ocultas bajo su burbujeante apariencia.
De la Revista del Teatro Real
“Es una ópera dotada de una vitalidad asombrosa”, afirma Emilio Sagi con el entusiasmo que le caracteriza, “y el concepto de los personajes es muy moderno. Hay un modelo de nuevo héroe en Fígaro, y Rosina es la imagen de la mujer rebelde.” Su intención es poner en pie toda la fuerza que transmite la música, mostrándola como una comedia elegante, que surge de las situaciones. “No es una obra lógica, y el montaje no lo es. Fiel a la teoría de la follie organisée de la que habla Alberto Zedda, creo que Il barbiere es la locura organizada por antonomasia, aunque también hay que narrar una historia. Es una obra difícil porque no es tan graciosa como se cree, pero tampoco tan seria como a veces se piensa”, afirma. El juego, el guiño sevillano, una inyección de energía positiva… Con estos términos se ha expresado el director ovetense para referirse a esta producción, en la que también tiene en cuenta el propósito de Rossini quien, basándose en el libreto de Sterbini escrito a partir de la transgresora obra de Beaumarchais, se burla de la moral establecida. Para ello ha elegido un decorado que, en la estela de la Ilustración irrumpiendo en los decadentes valores del Antiguo Régimen, surge de la noche para ir hacia la luz y el color. “El decorado es muy austero, muy luminoso, y cambia constantemente, aunque siempre al servicio de la narración.” Este montaje, que no dejó a ningún espectador indiferente cuando se presentó en Madrid, se sitúa en la Sevilla del XVIII. Emilio Sagi no ha querido cambiarla de época, aunque muestra una ciudad bastante abstracta, para que el público no se aparte de la esencia del espectáculo. “No he planteado una reconstrucción histórica, si bien todas las imágenes y los volúmenes representan esa época en la que el mundo está cambiando, en el paso del oscurantismo anterior a la época de la Iluminación, con un uso muy particular del color.” El vestuario también juega con las referencias sevillanas. Como el Guadalquivir fluyendo hacia el mar, la acción desemboca en una gran fiesta en la que todo el mundo participa, bailando y dando palmas.
TOMAS HANUS
DIRECTOR MUSICAL
Uno de los más destacados directores musicales de su generación, con una sólida reputación en el repertorio operístico checo, estudió en la Academia Janáček de Música y Drama de Brno. Tras ganar el Concurso Internacional de Directores Musicales de Katowice, en 1999, su carrera internacional ha ido en ascenso constante. En 2001 realizó su debut en el Teatro Nacional de Praga con El muro del Diablo de Smetana. En 2003 fue asistente de Jiří Bĕlohlávek en la Ópera de Helsinki en una nueva producción de Katia Kavanová, y fue invitado a dirigirla en la reposición en 2005. Desde entonces ha sido invitado a colaborar con la Deutsche Oper de Berlín, la Ópera Nacional de París, la Ópera Estatal de Baviera, la Ópera de Varsovia, el Teatro de Basilea y la Ópera de Liubliana, entre otros centros líricos. Entre los años 2007 y 2009 fue director musical de la Ópera de Brno. Además de un amplio repertorio sinfónico, también ha dirigido las óperas Jenůfa, El caso Makropulos, Rusalka y Der Sandmann de Scartazzini. Ha colaborado con directores escénicos del prestigio de Krzystztof Warlikowski, Richard Jones, Martin Kušej, Christopher Alden, Katharina Thalbach y Christof Loy. La próxima temporada dirigirá óperas en la Semperoper de Dresde, en el Teatro Real de Copenhague y la Ópera Estatal de Baviera. Recientemente ha dirigido Hänsel und Gretel de Humperdinck en Múnich y La zorrita astuta de Janáček en Lyon. (www.tomas-hanus.com).
EMILIO SAGI
DIRECTOR DE ESCENA
Considerado uno de los directores de escena más destacados de la actualidad, tras doctorarse en filosofía y letras en su ciudad natal, Oviedo, estudió musicología en Londres. Su debut como director de escena fue en Oviedo, con La traviata. En 1990 fue nombrado director artístico del Teatro de la Zarzuela, cargo que ocupó hasta 1999. De 2001 a 2005 fue director artístico del Teatro Real. En el 2006 recibió el Premio Lírico Teatro Campoamor a la mejor dirección de escena por Il barbiere di Siviglia del Teatro Real. Como creador teatral tiene en su haber más de treinta producciones, desde zarzuela barroca hasta ópera contemporánea. Ha dirigido en los más prestigiosos escenarios de Europa, Asia y América, como el Teatro de La Scala de Milán, el Teatro La Fenice de Venecia, los teatros Comunal de Bolonia y Carlo Felice de Génova, el Teatro Nacional de Tokio, el Colón de Buenos Aires, las óperas de San Francisco, Washington y Los Ángeles, así como el Festival Rossini de Pésaro y la Volksoper de Viena. En la actualidad es director artístico del Teatro Arriaga de Bilbao. Recientemente ha dirigido La fi lle du régiment en Seattle, Carmen en Buenos Aires, L’italiana in Algeri en Lieja y La bohème en Bilbao. En el Teatro Real ha dirigido Carmen, Margarita la tornera, Bastien und Bastienne, Il viaggio a Reims, Il barbiere di Siviglia, El gato con botas, Luisa Fernanda, Le nozze di Figaro e I due Figaro. (www.emiliosagi.com).
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