Vaslav Nijinsky pertenece a la leyenda de los grandes artistas locos hurtados de su arte por la locura.
Fue un gran bailarín ruso, tan excepcional, que mereció ser llamado «Dios de la danza».
En 1909, después del estreno del ballet Les Sylphides, Nijinsky fue nombrado dios de la danza en París. Pocos años después, traspuso el umbral del ballet clásico para crear la danza moderna.
Por Pola Mejía Reiss (México)
Su vida queda enlazada, amorosa y artísticamente, a la de otro personaje legendario, Serguei Pavlovitch Diaghilev, “el extraordinario”, creador y director artístico de los Ballets Russes que transformaron el mundo no sólo de la danza. Generaron modas y modos que el cuerpo no conocía. Abrieron camino al arte de muchos, sembraron escuelas y compañías como la Royal Academy of Dance de Londres, el New York City Ballet, o la compañía que formó Bronislava Nijinska, hermana de Vaslav, en Kiev durante la guerra, y que fuera el origen del actual Ballet de Kiev.
En 1909, después del estreno del ballet Les Sylphides, Nijinski fue nombrado dios de la danza en París.
Pocos años después, traspuso el umbral del ballet clásico para crear la danza moderna. Lo que actualmente apreciamos como danza, no sería sin que hubiera existido Nijinski.
Muchos personajes formaron parte de la red que se tejía para que en cada ballet tomara cuerpo el dios de la danza: el director artístico, los bailarines, músicos, vestuaristas y escenógrafos, dramaturgos, directores de teatro, la dirección escénica, fotógrafos, el público.
¿Quién era este dios de la danza meteórico, que a la edad de veintinueve años ingresó en el silencio y la inmovilidad de la vida en el manicomio donde sobrevivió durante treinta años?
La última vez que Nijinski estuvo en escena con los ballets, fue en América del Sur, en la ciudad de Montevideo, en 1917. Además de bailar y crear coreografías, Nijinski inventó una notación coreográfica y escribió un libro: Sentimiento, mal llamado Diario. Lo escribió durante las seis semanas y media que fueron la víspera de su oscuridad manicomial.
Sentimiento se ha clasificado como el testimonio de un gran artista en el momento de internarse en la esquizofrenia. Desde esta perspectiva, es un libro considerado ilegible. Sin embargo, hay algunos, no muchos, hasta donde tengo noticia, que se han dejado sorprender por él, como por ejemplo Henry Miller, quien lo integra en su lista de los cien libros que más lo influyeron.
El propósito de este seminario, es ir hallando claves para leer Sentimiento, propósito que, de entrada, se tambaleó frente a una pregunta: Si su idioma original es el ruso y algunas palabras y construcciones del polaco, ¿cómo leerlo en su traducción al inglés? ¿Se pierde la posibilidad de leerlo?
Pero sucedió que un día, por azar me introduje, justamente, en una sección intraducible.
![Sentimiento, Vaslav Nijinsky Sentimiento, Vaslav Nijinsky](http://www.danzaballet.com/wp-content/uploads/2007/07/8029272838_c1f5fee447_b.jpg)
Nijinski la tituló Cuaderno de Ejercicios; son sus cartas/poemas escritos en la musicalidad del francés. Ahí reconocí formas musicales, un vals o unas séptimas como en “La danza de las nanas” del ballet Petrushka.
Si en esta sección de Sentimiento la danza es explícita, ¿por qué no suponer que en la prosa también hay danza? Si de alguna escritura sabía y estaba hecho Nijinski es de la dancística: en el cuerpo, coreográfica en escena, coreográfica como notación, en imágenes. ¿Cuál habrá sido su operación de escritura para escribir Sentimiento? Una operación cuyo desciframiento no queda impedido a causa de la traducción.
Esta es mi suposición: que en la prosa de Sentimiento hay algo que se revela no sólo en ruso. Y esta suposición involucra al psicoanálisis como instrumento de lectura.
El eje de esta lectura, es un enigma: “Sentimiento”. La historia que lo ronda, comienza por el título: El libro de Nijinski nunca se ha publicado con el título que le dio su autor.
El falso título con el que circula el libro, también en ruso, se lo dio Romola de Pulszki, esposa del bailarín. Le puso «The Diary of Vaslav Nijinski». Lo publicó en inglés, sumamente remozado.
La primera lectura del manuscrito completo de Nijinski la hizo su primer traductor al inglés Kyril Fitzlyon, preparándolo para la subasta en Nueva York en 1979, año en que murió Romola. La primera edición completa del libro es en francés, en 1995. La segunda es de 1999; es la versión en inglés, revisada por el mismo Fitzlyon.
Hallé dos herramientas de lectura para transitar por Sentimiento. En el célebre ensayo de Edwin Denby acerca de las fotografías de Nijinski, encontré la expresión “ser imaginario” para decir cómo incorporaba Nijinski los personajes que hizo. Usar “ser imaginario” en lugar de “personaje”, quiere introducir en esta lectura otra consistencia, puesto que los personajes de Nijinski eran bailantes.
Los seres imaginarios que irán puntuando nuestra lectura, son: Petrushka, El espectro de la rosa, El poeta, El esclavo dorado, Albrecht y para terminar, apenas el asomo de Till Eulenspiegel, el bufón medieval.
La otra herramienta de lectura es “cuerpo bailante”, expresión tomada de las Early Memoirs de Bronislava Nijinska, libro medular para leer Sentimiento.
“Cuerpo bailante” es una manera de referirse al cuerpo que por ser distinta de otras, ilumina el cuerpo de otra manera. Estas dos herramientas quieren ayudar a descifrar una expresión enigmática de Nijinski: “Representar el sentimiento”, que llega a un punto de esclarecimiento muy sorprendente cuando en el tejido de la lectura, se hace presente Tolstoi y la religión que fundó.
Dejarse guiar por un enigma para leer involucra el psicoanálisis porque se trata de un instrumento de lectura que por desprender los significantes de su lugar en el código, por poner en juego una hipótesis como es la del inconsciente, permite reconocer términos exclusivos de cada texto, incluidos, por lo menos algunos, de los que son considerados ilegibles, o en otras palabras, locos, término mucho más amplio y libre de ruido que “esquizofrénico”.
El seminario concluirá en un punto y seguido porque es un trabajo en curso.
Ni otra biografía, ni lo que se conoce en psicoanálisis como fábrica de caso, sino solamente un testimonio de ¿Una lectura posible de Sentimiento?
2005. Carta Psicoanalítica. Revista Carta Psicoanalítica ISSN: 1665 – 7845 – Selección de ilustraciones por Danza Ballet® Barcelona.
“La danza del rastro de sangre” es, como se indica en el título, una lectura de Pola Mejía Reiss a partir de un fragmento del Diario de Vaslav Nijinsky.
Bibliografía:
- Vaslav Nijinski, The Diary of Vaslav Nijinsky, tr. Kyril Fitzlyon, editado por Joan Acocella, Farrar, Straus & Giroux, Nueva York, 1999
- Vaslav Nijinski, Cahiers, tr. Christian Dumais-Lwovski y Galina Pogojeva, Actes Sud, Francia, 1995.
- Vaslav Nijinski, Diario, tr. H.D. Moradell, Acantilado, Barcelona, 2003. (A pesar de que en esta edición se anuncia: “Por primera vez, en español, la versión no censurada del Diario del bailarín…”, (no incluye el Cuaderno de Ejercicios).
- Bronislava Nijinska, Early Memoirs, Duke University Press, Londres, 1992.
Más allá de lo interesante que puede resultar la historia de la vida del dios de la danza, conviene prestar especial atención a la manera como la autora va armando su estudio, en el cual extrae de la escritura un movimiento. El paseo que Nijinsky relata, evoca la danza: Le Pavillon d’Armide y Sherezada.
Los muertos, la muerte, tienen ahí su lugar: es lo propio de un rastro, hacer presente una ausencia.
La imagen (“fotografía”, dice la autora), el gesto dan de qué hablar: coordenadas de lectura en lo que, con Freud, en algunas consideraciones acerca de la esquizofrenia, se puede llamar “pensamiento abstracto”, y con Lacan: función sintáctica, categoría del simbólico, creación escópica: “para el esquizofrénico todo lo simbólico es real”, nos recuerda Mejía Reiss mientras nos propone una continuidad entre la escritura dancística —tomando como ejemplo El espectro de la rosa— y el Diario.
![Sentimiento, Vaslav Nijinsky Sentimiento, Vaslav Nijinsky](http://www.danzaballet.com/wp-content/uploads/2007/07/br0033_enlarge.jpg)