La argentina Paloma Herrera y la cubana Xiomara Reyes, dirán adiós a la compañía que las encumbró en la primavera de 2015, el American Ballet Theater.
Herrera, nacida en Buenos Aires y niña prodigio de la compañía desde que entró con apenas 15 años, se retirará el 9 de junio con el papel de Aurora en «La bella durmiente», con la celebrada coreografía de Alexei Ratmansky y a los 40 años de edad. Formada en Argentina bajo la batuta de Olga Ferri, se mudó a Nueva York y entró en el ballet ABT con 15 años, para convertirse en primera figura a la edad de 19 e interpretar roles como Kitri en «Don Quijote» o Nikiya en «La Bayadera».
Reyes, nacida en La Habana y que alcanzó el auge de su carrera al convertirse en primera figura del American Ballet hace ahora once años, ofrecerá su última actuación el 27 de mayo como protagonista de «Giselle», también superados los 40 años. Reyes comenzó su andanza en el Ballet Nacional de Cuba, donde se formó, pero pronto se trasladó a Europa, donde empezó a viajar con el Royal Ballet de Flandes. Fue en 2001 entró como bailarina solista en el American Ballet. Una vez alcanzada la compañía más importante de Estados Unidos, tardó dos años en llegar a ser primera figura, y en 2010 volvió a actuar en Cuba rompiendo los 50 años de aislamiento en términos de danza entre Nueva York y La Habana.
Así, el American Ballet Theater se queda sin primeras figuras femeninas latinoamericanas, dejando como reminiscencia de la época dorada de la presencia latina en la compañía al argentino Herman Cornejo y al brasileño Marcelo Gomes.
El relevo parecen haberlo tomado las figuras rusas, con Polina Semionova, Diana Vishneva y Veronika Pargt bajo contrato y la presencia intermitente de Ivan Vasiliev.
No obstante, Herrera y Reyes no son las únicas que se retiran, pues el American Ballet también ha anunciado que una de sus figuras más veteranas, la estadounidense Julie Kent, de 45 años, también pondrá broche a su trayectoria con el ballet neoyorquino el 20 de junio con «Romeo y Julieta».
