El ex bailarín estrella del Ballet Ópera de París, Manuel Legris (París, 1964), acaba de ser nombrado director artístico del Ballet La Scala en Milán. Legris, quien ha dirigido el Ballet de la Ópera de Viena desde 2010, publicó en su página de Instagram que asumirá su nuevo cargo en diciembre de 2020. Reemplaza al director saliente Frédéric Olivieri. Según los sitios de noticias franceses, Olivieri, quien dirigió la Escuela de Ballet La Scala desde 2006, continuará sirviendo como director de la academia.
Ha sido nombrado étoile del Ballet de la Ópera de París por Rudolf Nureyev a la edad de 21 años. Tomó las riendas de la Ópera Estatal de Viena dentro de un año de su retiro y ha ayudado a elevar el perfil de la compañía desde entonces. También es el director artístico de la Academia Estatal de Ballet de Viena, que fue sacudida por acusaciones de abuso el año pasado. El escándalo condujo al despido de los miembros de la facultad y el director gerente de la escuela.
En 2017, Legris anunció que renunciaría al Ballet Estatal de Viena una vez que se agotara su contrato este año. Ha trabajado con frecuencia con la compañía, más recientemente montando su Sylvia (una coproducción entre La Scala y el Ballet Estatal de Viena) en diciembre. Se une a su antiguo colega Dominique Meyer, el ex director de la Ópera Estatal de Viena, quien se convertirá en gerente general de la ópera italiana en 2021.
Manuel Legris (París, 1964), se retiró como bailarín en 2009 después de una carrera de 29 años en el Ballet de la Ópera de París.
Trayectoria
Entró a la Escuela de Danza de la Ópera de París en 1976, y después en el cuerpo de baile en 1980. En 1981 pasó a ser corifeo y luego «solista» en 1982. Fue un éxito excepcional en el ámbito de la danza de la Ópera de París que Rudolf Nuréyev nombrara a Manuel Legris «primer bailarín» sin pasar por la fase de «bailarín principal». Su nombramiento con el título de étoile (estrella) fue el 11 de julio de 1986, después de la representación del ballet Raymonda, coreografiado por Rudolf Nuréyev, en el que bailó el papel de Jean de Brienne.
Entonces, los diversos papeles se suceden, permitiendo a la nueva estrella tomar posesión del «gran repertorio», y revelando así sus múltiples facetas y el alcance de su talento, que parecen ilimitados. Además de sus cualidades intrínsecas (técnica sin fallas, riqueza expresiva), Manuel Legris se impone como un excepcional partenaire, un bailarín que pasa con una asombrosa facilidad del repertorio clásico al contemporáneo. Por ello, desde William Forsythe a John Neumeier, desde Jiří Kylián a Jerome Robbins, los coreógrafos más famosos no dejan de solicitarlo: Manuel participa en la mayor parte de papeles en el repertorio o nuevas creaciones de la Ópera de París.
Al mismo tiempo, la reputación de Legris cruzó muy rápidamente las fronteras: las más prestigiosas compañías lo han invitado: el Ballet Real, el Ballet de la ciudad de Nueva York, el Ballet Nacional de Cuba, el Ballet de Tokio, los ballets de Montecarlo, Stuttgart y Hamburgo, donde John Neumeier creó especialmente para él Spring and Fall y A Cinderella Story.
Invitado de prestigio, Manuel Legris aparece en todas los grandes escenarios del mundo, desde el Teatro de La Scala de Milán a la Ópera del Metropolitan, de la Ópera Estatal de Viena al Teatro Bolshói de Moscú o, muy recientemente, en el Teatro Mariinski de San Petersburgo. Muy rápidamente, se impone como un partner muy solicitado y así, además de las estrellas de la Ópera de París, baila con las bailarinas más grandes del mundo, entre ellas Evelyn Hart, Dominique Khalfouni, Alessandra Ferri, Lorna Feijoo y Diana Vishneva.
Además, Manuel Legris hace giras por el mundo con su compañía: « Manuel Legris et ses Étoiles ». Esta idea nace en 1996 de la voluntad común de Manuel Legris y Monique Loudières, buscando permitir a los jóvenes bailarines abordar los roles de solistas antes inaccesibles para ellos en la Ópera, permitir trabajar con los más grandes coreógrafos o confrontarse a los jóvenes creadores. Regularmente invitados a Japón, este grupo se presenta por el mundo entero.
En enero de 2000, en un gira por Tokio, Kishin Shinoyama, sin duda el fotógrafo japonés más emblemático del mundo, publicó Manuel Legris à l’Opéra de Paris, una obra que lo consagró enteramente. En 2003, Manuel Legris añade dos creaciones a su repertorio: Variaciones de Carmen de Roland Petit y Phrases de Quatuor de Maurice Béjart. Este mismo año, Maurice Béjart remonta Le Chant du compagnon errant para él y Laurent Hilaire y les otorga la exclusividad de la representación. En febrero de 2004, Jiří Kylián creó para él , en la Ópera de París, el dúo Il faut qu’une porte…, que bailó con Aurélie Dupont. En verano, hizo una nueva gira por Japón con su grupo, a los que suma como «invitados especiales» a Monique Loudières y Laurent Hilaire.
En diciembre de ese mismo año participa en la nueva obra de Trisha Brown O złożony / O composite, junto a Aurélie Dupont y Nicolas Le Riche.
En diciembre de 2005, el Ballet de Stuttgart le ofreció el papel titular de Oneguin, que bailó con Maria Eichwald y la compañía en una gira por Japón y, en enero de 2006, en Stuttgart.
