The Sleeping Beauty, uno de los títulos más emblemáticos de la gran tradición clásica.
Uno de los mayores acontecimientos de la temporada de ballet 2009-2010 del Gran Teatre del Liceu es presentar al Royal Ballet de Londres. Con sede en el Royal Opera House de Covent Garden, el Royal Ballet es una de las compañías de ballet más prestigiosas del mundo.
En esta ocasión presentará en el escenario barcelonés la producción íntegra del clásico «La bella durmiente», ballet en un prólogo, tres actos y apoteosis, basado en el cuento de Charles Perrault, con música de Piotr I. Tchaikovsky, uno de los mayores talentos musicales del siglo XIX y un maestro de la música de ballets.
Pese a las distantes críticas del Zar, pero debido al gran tamaño y esplendor de la producción de Petipa y a la estrecha colaboración con Tchaikovsky, se creó un ballet que fue criticado por hacer ostentación de grandiosidad y opulencia. La genialidad musical de Tchaikovsky, junto a la creatividad de Petipa, había concebido una de sus mejores obras para ser bailada. El éxito estaba garantizado.
Vale la pena destacar una de las versiones más originales de La bella durmiente y la primera vez que un ballet se mostraba fuera de Rusia de una manera completa. Esta fue la realizada por los Ballets Russes de Serguei Diaghilev en Londres en 1921.
Alexandre Benois, Léon Bakst y Diaghilev habían creado una megaproducción de lujo, fiel a su estilo, para su estreno en Londres, donde dejarían constancia al público europeo del esplendor y la riqueza del Ballet Imperial; una producción extremadamente exuberante, un riesgo de producción difícil de sostener.
Igor Stravinsky fue el responsable de orquestar algunos movimientos de la música de Tchaikovsky, como la variación de “Aurora” del final del segundo acto, el entracte que abre la escena siguiente y, más adelante el exquisito “Bluebird”. Bronislava Nijinska, hermana de Nijisnky, coreografiaría algunos de los números del conjunto del cuerpo de baile. Las principales bailarinas del Mariinksy habían sido contratadas para representar el papel de Aurora, entre ellas la gran Olga Spessivtzeva.
Por desgracia, la obra no cumplía las expectativas de taquilla y la creación de Diaghilev, «La princesa durmiente», no llegó a alcanzar ningún éxito, el público no respondió a su magnificencia y, debido al alto coste general de su realización, se vio obligado a cerrar con una enorme pérdida de capital. No volvería a presentarse.
Coreográficamente, «La bella durmiente» es excesivamente rica en variaciones, estilos y, ante todo, en momentos sublimes donde la rigurosidad académica, la técnica del ballet clásico y la exuberancia del virtuosismo se conjugan dando paso a una obra completa de bellos y exquisitos momentos. Uno de sus pasajes más distinguidos y una de las variaciones más exigentes para las primas ballerinas es el “Adagio de la rosa” del primer acto. Delicados y precisos equilibrios, peligrosos promenade en attitude y volátiles arabesques, pero sobre todo, el encanto, la gracia y la falta de nervios de la bailarina en la piel de la princesa Aurora auguran, sin duda, una noche memorable.
El alto nivel de emoción dramática en los momentos más intensos de la obra recae en una princesa Aurora creada especialmente para destacadas artistas, y cada uno de los tres actos incluye un adagio para la princesa. La obra en su totalidad es un cuento de hadas que componen un lujoso ballet, con un bello vestuario y una hechizante escenografía y formado por seres míticos y personajes famosos como el Hada Lila, la malvada y vengativa bruja Carabosse, el Rey y la Reina, Aurora y su príncipe azul, Florimund, todos ellos, maravillosos personajes que han pasado a formar parte de lo que es hoy en día uno de los títulos más refinados y representativos del ballet clásico.
El Royal Ballet de Londres preserva y presenta con este título una de las más grandes obras del repertorio clásico de todos los tiempos, donde la esencia y sabiduría misma de Petipa, cuando se cumple el centenario de su muerte, han convertido a «La bella durmiente» en uno de los títulos más emblemáticos de la gran tradición clásica y uno de los ballets mejor logrados de la historia, categoría a la que pocas compañías de danza clásica pueden aspirar.
La compañía inglesa, fundada por Dame Ninette de Valois en 1931 con el nombre de Vic-Wells Ballet, es actualmente la primera y más importante compañía de ballet del Reino Unido. En 1946, de Valois recibió una invitación que cambiaría para siempre el curso de los acontecimientos: su compañía, con el nombre de Sadler’s Wells Ballet, pasaría a formar parte del Royal Opera House. De la mano de Sir David Webster, esta transición se logró exitosamente. Bajo el imperio de Dame Ninette de Valois y su coreógrafo fundador, Sir Frederick Ashton, el Royal Ballet ha dejado un rico legado marcado por una profunda y arraigada tradición artística y cultural.
Monica Mason, actual directora, y Christopher Newton, uno de los mayores responsables de la preservación de los aspectos más importantes del patrimonio del Royal Ballet, emprendieron en 2006, como parte de las celebraciones del 75 aniversario de la compañía, lo que sería el colosal renacimiento de «La bella durmiente», producida en 1946 por De Valois, Ashton, Nicholas Sergeyev y diseños de Oliver Messel.
La actual versión que ofrece el Royal Ballet, si bien preserva el gran legado de Petipa, ha integrado en la tradicional coreografía nuevas variaciones aportadas por algunas de las grandes celebridades que formaron parte de su excelso legado artístico.
Figuras como Sir Frederick Ashton, Sir Anthony Dowell y, actualmente, el joven Christopher Wheeldon, con la nueva “Danza de las guirnaldas” del primer acto, dotaron a la producción del Royal Ballet, a través de los años, de una riqueza única e inigualable gracias a la cohesión de artistas tan diferentes como inigualables y a la calidad indiscutible de una de las mejores compañías del mundo en todos los tiempos.
Coreografías complementarias:
- Prólogo: Carabosse y Ratas – Sir Anthony Dowell
- Acto 1: Danza de las guirnaldas – Christopher Wheeldon
- Acto II: Variación de Aurora, Variación del Príncipe – Sir Frederick Ashton
- Acto III: Florestán y sus hermanas: Sir Frederick Ashton después de Marius Petipa
- Acto III: Polonesa y la Mazurca: Sir Anthony Dowell asistida por Christopher Carr
Bibliografía:
- Notes and Programme for The Royal Ballet’s Sleeping Beauty (2008).
- The Sleeping Beauty (The Royal Ballet) DVD. Recorded Performance from 2006, featuring Alina Cojocaru as Aurora and Federico Bonelli as Prince Florimund and Marianela Nuñez as the Lilac Fairy. BBC/Opus Arte, 2008.
- BalletMet Sleeping Beauty Notes by Gerald Charles.
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Alina Cojocaru, The Royal Ballet’s Sleeping Beauty (2008)
en Danza Ballet
La bella durmiente del Royal Ballet en el Teatre Liceu
The Royal Ballet en el Teatre Liceu de Barcelona
© 2010 Danza Ballet
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