Ethel Lynch, una vida dedicada a la enseñanza del ballet y la danza en la República Argentina.

Si se es una persona afortunada, es posible que en su vida tenga un maestro de los que “dejan huella”. Entre esos maestros, están los que fueron para nosotros un modelo a seguir como ejemplo de trabajo y superación. En mi caso, en 1975 al comenzar a estudiar en el Estudio Olga Kirowa en Buenos Aires, el destino hizo que mi maestra fuera la Sra. Ethel Lynch.

La Sra. Lynch, además de profesora de ballet de ese prestigioso estudio, era Maestra de clásico, Danzas de carácter, Partenaire, Danzas folclóricas argentinas y Maestra de la carrera de danza de los varones del I.S.A del Teatro Colón de Bs. As. en Argentina. Todo un orgullo para la docencia en Argentina, y en la difícil disciplina del ballet clásico.

Ethel es una persona incomparable con una valía única y una voluntad de hierro, así como generosa, enérgica y siempre impecable. Nos enseñó desde muy pequeñas las virtudes mas importantes que se necesitan para ser una bailarina, entre ellas voluntad, constancia, disciplina y una entrega total y absoluta hacia el ballet.

He tenido la suerte de poder dialogar con ella telefónicamente desde Buenos Aires, ciudad en donde vive, y aquí comparto algo de nuestra conversación.

Carolina de Pedro

Ethel Lynch, una vida dedicada a la enseñanza del ballet y la danza en la República Argentina.
Sra. Ethel Lynch

¿Puede contarnos como empezó su carrera como bailarina?
Siempre pedí bailar, y mi mamá me llevo a la Escuela Nacional de Danzas. Ingrese a los ocho años de edad y obtuve, al cabo de unos años, el diploma del Prof. Nacional de Danzas. Allí tuve como Maestra a la Srta. Esmee Bulnes que, al año siguiente me llevó a la Escuela del Teatro Colón. Actualmente se denomina I. S. A. (Instituto Superior de Arte del Teatro Colón).

De la mano de Bulnes curse todos los años de la carrera y al 6° me dieron el Certificado de Bailarina Profesional con el cual ingresé al Cuerpo de Baile del Teatro Colón. Tenía  15 años.

Mi paso por el Cuerpo de Baile fue corto porque Miss Bulnes (así le decíamos porque era inglesa) me llevo al Teatro Argentino de la Ciudad de La Plata, en donde se iniciaría la formación del Cuerpo de Baile. Desde entonces hicimos competencia al Cuerpo de Baile del Teatro Colon -con mucho orgullo- debido a que las integrantes del Cuerpo de Baile del Teatro Colón tenían ya edades un tanto avanzadas y nosotros eramos muy jóvenes.

Tanto fue nuestro éxito, que los días de espectáculo llegaban los trenes hacia La Plata con mucho público y bailarines solo para ir a vernos actuar. Tuvimos 15 años ininterrumpidos de éxito, haciendo 150 funciones por año. Nuestro repertorio se componía principalmente de obras de coreógrafos como Michel Borobsky, Aurell Millos, Yurek Shavelevsky, Tamara Grigorieva, Dore Hoyer, Crandall Dehil entre muchos otros. Siempre tuve como maestra a Miss Bulnes (mi adorada maestra), que también inició la Escuela de Baile en Italia.

En esos años bailé “todos los roles”, desde Silfides, Giselle, Principe Igor, La Giara, Cascanueses, Las Bodas de Aurora, Bolero de Ravel, etc.

Ethel Lynch, una vida dedicada a la enseñanza del ballet y la danza en la República Argentina.
Teatro Colón de Buenos Aires, Rep. Argentina

Y la vocación de maestra ¿nació pronto?
Cuando mi hijo tuvo un año de edad, me llamo la Sra. Olga Kirowa, para que diera clases en su estudio de ballet y además hiciera coreografías. Yo tenía mucho para enseñar, así que le dije que aceptaba encantada y comencé a dar clases formando bailarinas y bailarines.

A los más dotados los presentaba en los ingresos al I.S.A. Y allí se formaban como auténticos profesionales del ballet.

Un día me llamaron las autoridades del Teatro Colón para ofrecerme concursar por un puesto de profesora. Aprobé el concurso y comencé a trabajar allí también.

Tuve clases de Clásico, Partenaire, Repertorio, Danzas de Carácter, y a mi pedido inicie las clases de Danzas Argentinas. En total tenia 30 horas semanales.

Mi paso como profesora en el I.S.A fue verdaderamente una experiencia extraordinaria. El poder ver como esos alumnos crecían conociendo todas las disciplinas de la Danza es una sensación que hasta el día de hoy me llena de orgullo. Poco a poco nuestras alumnas fueron integrando el Cuerpo de Baile del Teatro Colón, y de otros teatros. Algunos nos dieron alegrías enormes como Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Cecilia Figaredo, Hernan Piquin, entre otras actuales figuras del Teatro, y profesores que trabajan actualmente fuera de Argentina.

Con la llegada de la “Perestroika” a la URSS, algunos pocos privilegiados tuvimos la suerte de acceder a estudiar y colaborar con escuelas de la ex Unión Soviética. Usted estuvo en San Petesburgo y dicto una clase en la Vaganova. ¿Como recuerda esa experiencia sin duda emocionante?
Mi paso por la ex URSS, fue la experiencia más emocionante en mi vida como maestra. Al terminar de dar la clase, otras maestras de la escuela, me dijeron que nuestro método de enseñanza, el que utilizábamos en la escuela de ballet del Teatro Colón en Buenos Aires, era igual al de ellos. Eso fue un orgullo para mi y para mi maestra Miss Bulnes quien en otra época había dado clases allí.

La Escuela Vaganova es “única”, y siempre lo será.

Como maestra y según su experiencia, podría por favor explicarnos como se debe transmitir la técnica?
Lo primero es tener y exigir disciplina; que es una cualidad que considero muy difícil de inculcar en este tiempo. Luego, enseñar exactamente cada movimiento de pies y brazos, sin  permitir ninguna desviación para facilitar la realización de los pasos. Si hace falta repetir cien veces, se repite cien veces.

La técnica se logra consiguiendo precisión y limpieza desde la cabeza a los pies. Mis alumnos siempre supieron de mi exigencia para lograr un buen trabajo. Algunos se quejaron a veces, pero luego reconocieron que esa era la única manera de triunfar.

Y según su criterio, las cualidades para ser una auténtica bailarina?
Tener sobre todo vocación. Eso implica disciplina, obediencia, entrega total al trabajo y una dedicación absoluta. Es muy importante contar con excelente oído para la música, un físico especial desde niño, un buen pie (algo que se puede mejorar), se debe tener empeine y fuerza en los tobillos, y en general en todo el cuerpo.

Hay que saber renunciar a ciertas cosas, superfluas quizás, como llevar el cabello largo y no corto, aprender a tener días de descanso y respetarlos o sea nada de salidas nocturnas, nada de bebidas alcohólicas y siempre, siempre comer sano y bien.

Resistencia a muchas horas de trabajo y nunca jamás, quejarse del cansancio.

…. y para dedicarse a la enseñanza?
Un conocimiento total de lo que es la Danza y tener el “don” de saber enseñar. No es suficiente con haber bailado para enseñar. Entender al alumno en sus comienzos, con todo lo que ello implica. Sus dudas, sus miedos y dolores. Es muy importante ir apoyándolos en sus avances y en sus retrocesos; porque si bien bailar es algo que deseamos y nos llena el alma, requiere de voluntad y sacrificio, que son cosas que no todos pueden lograr ya que no todos están capacitados para llevar adelante una carrera tan sacrificada y por momentos tan dura.

El buen maestro esta no solamente para enseñar los pasos y movimientos, sino también para modelar a esos seres que tenemos en nuestras manos, que confían y esperan todo de nosotros.

El Maestro debe cuidar y proteger a sus alumnos; pues como dicen “Somos los Padres del Arte”!

El trabajo con el pianista acompañante es una función fundamental en la clase de ballet. Los que nos dedicamos a dar clases desde siempre sabemos de la importancia absoluta de tener un pianista «en vivo y en directo» en la sala. No hay comparación alguna entre un maestro al piano y un CD.
El Pianista es imprescindible en la clase de ballet; yo siempre trabajé con uno.
El maestro trabaja a solas con el pianista acordando que música utilizar para cada año de estudio. No es la misma para un 1° año que para un 8°año. Para los  principiantes debe ser muy fácil al oído. En esos primeros años el alumno aprende los distintos ritmos y acentos que luego podrá aplicar.

El pianista es la mano derecha del maestro de ballet y es por eso que se forma una conjunción; y algunas quizás llegan a durar toda la vida.

A la Danza Clásica hoy, como la ve?
La danza clásica tuvo su auge años atrás, cuando la sociedad deseaba -y se preocupaba-, de que sus hijas tuviesen una buena posición corporal, elegancia y disciplina, y estaban dispuestos a que recibieran una enseñanza con maestros que reunieran verdaderos conocimientos del arte del ballet.

En la actualidad los jóvenes no aceptan la disciplina y los padres son más permisivos de lo que lo fueron los nuestros. Eso lleva a que los dejan hacer lo que quieren, llegando a ser esa la causa de la mediocridad de sus conocimientos.

A su juicio y por su experiencia ¿cuales son  las mejores escuelas de ballet en el mundo?
Sin ninguna duda las mejores escuelas son las rusas, luego la francesa, la inglesa, y de allí en mas todas entran en una igualdad, con pocos talentos egresados.

Estimada Ethel, como es su vida en la actualidad?
Es muy rica en cuanto a familia y Danza. Me sigo nutriendo con clases de música, y sigo dando clases, aunque no en Buenos Aires, sino en el interior de Argentina.  En algunas provincias he formado escuelas y cuerpos de baile, mientras que en otras tomo los exámenes finales.

Carolina, te doy solo un ejemplo. En la Provincia de Santa Fe, en una ciudad llamada Venado Tuerto, funciona una escuela que lleva mi nombre. Les enseñe a amar la danza, trabajé con ellos mucho tiempo y, en agradecimiento le pusieron por nombre, “Escuela de Danzas Ethel Lynch”.

Les acerque el programa del I.S.A. del Teatro Colón y con esa base crecimos. Como todo iba muy bien, con el apoyo de las autoridades, formamos un cuerpo de baile de 20 bailarines, mujeres y varones, muy jóvenes todos, que nos han dado muchas satisfacciones.

Yo sigo dando las clases con el bastón y no lo dejare nunca, porque como decía mi gran maestra Esmee Bulnes, siempre hay alguna bailarina medio sorda!

Querida Carolina esta fue, es, y será  mi vida siempre,  porque amo la danza y a todas las personas que la practican.

Body Ballet® Carolina de Pedro
Russian Ballet & Vagánova Style / Body Ballet & Detox Ballet
– Desde 2003 –

Ethel Lynch, una vida dedicada a la enseñanza del ballet y la danza en la República Argentina.
Salón Dorado del Teatro Colón de Buenos Aires. Foto gentileza Teatro Colón

©2012 Danza Ballet

 

Body Ballet ® - Carolina de Pedro
La correcta danza clásica para adultos.
Danza clásica, elongación y estiramientos.
Desde 2003

www.bodyballet.es


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