Rudolf Nuréyev (17 de marzo de 1938 – 6 de enero de 1993)
Rudolf Nureyev, nacido en la Unión Soviética, considerado como el bailarín más importante del siglo XX, después de Nijinski, puso el baile masculino a la misma altura que la de sus oponentes femeninas, y durante más de 30 años fue la estrella más conocida del mundo del ballet. Su espectacular técnica, el genio interior y una marcada sensualidad le convirtieron en figura indiscutible.
Nació en un tren cerca de Irkutsk, mientras su madre realizaba un viaje desde Sillería a Vladivostok, donde su padre, un comisario del Ejército Rojo de origen tártaro, estaba destinado. Creció en un pueblo cerca de Ufá, en la República de Bashkortostán. De niño fue alentado a bailar en danzas folclóricas bashkirias, siendo un bailarín precozmente destacado.
Debido a la interrupción de la vida cultural soviética causada por la Segunda Guerra Mundial, Nureyev no pudo comenzar sus estudios en una buena escuela de ballet hasta 1955, cuando fue enviado al Instituto Coreográfico de Vaganova, dependiente del Ballet Kirov en Leningrado. A pesar de su comienzo tardío, fue pronto reconocido como el bailarín con más talento que la escuela hubiera visto en muchos años. Su temperamento extremamente difícil, sin embargo, ya era evidente.
Al cabo de dos años ya era uno de los bailarines rusos más conocidos, en un país donde el ballet era venerado y donde se convertía a los bailarines en héroes nacionales. Poco después ya gozaba del privilegio excepcional de viajar fuera de la Unión Soviética, cuando bailó en Viena en el Festival Internacional de la Juventud. No mucho después, debido a su conducta, no se le volvió a permitir viajar al extranjero, limitando sus actuaciones a giras por las provincias rusas.
En 1961 su vida cambió.
El principal bailarín de Kirov, Konstantin Sergeyev, sufrió un accidente y Nureyev fue elegido para sustituirle en París. Allí, su actuación impresionó a la audiencia y la crítica. Pero Nureyev rompió las reglas en cuanto a asociarse con extranjeros. Al darse cuenta de que probablemente no se le volvería a permitir viajar al extranjero después de esta ocasión, el 17 de junio en el aeropuerto de París, decide no volver a su país y refugiarse en Occidente, tras lo que nunca volvió a pisar suelo ruso. Una semana más tarde había sido contratado por el Grand Ballet du Marquis de Cuevas y se encontraba actuando en “La bella Durmiente“ con Nina Vyroubova.
Se convirtió en una celebridad instantáneamente en Occidente. Su dramática deserción y su talento excepcional lo convirtieron en una estrella internacional. Esto le dio el poder de decidir dónde y con quién bailar. Su deserción también le dio la libertad personal que le había sido negada en la Unión Soviética.
Durante una gira en Dinamarca conoció a Erik Bruhn, un bailarín diez años mayor que él, que se convertiría en su amante, su mejor amigo y su protector durante varios años. La relación fue tormentosa debido a la promiscuidad sexual de Nureyev, pero la pareja se mantuvo unida. Al mismo tiempo, Nureyev conoció a Margot Fonteyn, la principal bailarina británica de su época, con la que formó una relación profesional y de amistad. Ella lo introdujo en el Royal Ballet de Londres, que se convertiría en su base principal durante el resto de su carrera artística.
Nureyev fue inmediatamente solicitado por cineastas, y en 1962 hizo su debut cinematográfico en una versión de “Les Sylphides” (Las Sílfides). En 1976 representó a Rodolfo Valentino en la película de Ken Russsell, pero no tenía ni el talento ni el temperamento para dedicarse al cine. Comenzó con danza moderna en el ballet nacional de Holanda en 1968 y en 1972, Robert Helpmann lo invitó a una gira por Australia con su propia producción de “Don Quijote”, su debut como director.
Durante los años 1970, Nureyev hizo aparición en varios largometrajes y viajó por los Estados Unidos en una reposición del musical de Broadway “El rey y yo”. Se considera que su aparición en el programa “The Muppet Show”, entonces en apuros, impulsó al programa que se convertiría en un éxito internacional.
En 1983, fue nombrado director del Ballet de la Ópera de París, donde además de director también continuó bailando. A pesar de su avanzada enfermedad hacia el final de su cargo, trabajó incansablemente produciendo algunas de las obras coreográficas más revolucionarias de su época. El talento y encanto de Nureyev hizo que fuera perdonado muchas veces, pero la fama no mejoró su temperamento. Era notablemente impulsivo, temperamental, poco fiable y grosero con quienes trabajaba. Entre quienes frecuentaba se encuentran Jacqueline Kennedy Onassis, Mick Jagger y Andy Warhol y tenía poco tiempo para el resto. Al final de los años 1970, ya pasados los 40, estos altibajos de carácter se acentuaron, probablemente al darse cuenta del declive de sus fuerzas físicas.
Cuando el SIDA apareció en Francia alrededor de 1982, Nureyev, al igual que muchos otros homosexuales franceses, ignoró la seriedad de la enfermedad.
Supuestamente contrajo VIH durante el comienzo de los años 1980. Durante varios años simplemente negó que tuviese ningún problema con su salud. Cuando, alrededor de 1990, su enfermedad era evidente, lo achacó a otros problemas de salud y se negó a aceptar los tratamientos entonces disponibles.
En 1982 consiguió la nacionalidad austriaca, y desde 1983 hasta 1989 fue director artístico del Ballet de la Ópera de París. En el mismo año, dejó su cargo de Director y permaneció unido a la Opéra en calidad de coreógrafo principal.
Francia lo distinguió con los rangos de Chevalier de la Legion d’Honneur (1988) y Commandeur des Arts et des Lettres (1992). En su última aparición, en 1992 en el Palais Garnier de París, Nureyev recibió una emocional ovación del público.
Falleció en París el 6 de enero de 1993 víctima del SIDA. En su entierro y bajo acordes musicales de Bach y Chaikovsky, Ninel Kurgapkina, su pareja en los tiempos en que ambos actuaban en el ballet Kírov de Leningrado, recitó versos de Puskhin, Byron y Goethe. El féretro fue depositado en el cementerio de Sainte-Genevieve-des-Bois, sede donde reposan numerosas personalidades rusas que murieron en París.
Cronología de la obra coreográfica de Nureyev
La Bayadère (Reino de las sombras)
1963: Royal Ballet de Londres
1974: Ballet de la Opéra de París
Raymonda (A. Glazunov)
1964: Royal Ballet de Londres
1965: Australian Ballet
1972: Ballet de la Opera de Zurich
1978: American Ballet Theatre
1983: Ballet de la Opéra de París
El lago de los cisnes (P. I. Chaikovski)
1964: Ballet de la Opera de Viena
1984: Ballet de la Opéra de París
1990: Ballet del Teatro Alla Scala de Milán
La bella durmiente del bosque (P. I. Chaikovski)
1966: Ballet del Teatro Alla Scala de Milán
1972: Ballet Nacional de Canadá
1975: London Festival Ballet
1980: Ballet d ela Opera de Viena
1989: Ballet de la Opéra de París
1992: Ballet de la Staatsoper de Berlín
Don Quijote (L Minkus)
1966: Ballet de la Opera de Viena
1970: Australian Ballet
1977: Ballet de la Opera de Zurich
1981: Ballet de la Opéra de París
1985: Central Ballet de Pekín y Matsuyama Ballet de Tokio
1987: Ballet del Teatro Alla Scala de Milán
1994: Ballet Real de Suecia
Tancredo (H. W. Hanze)
1966: Ballet de la Opera de Viena
El cascanueces (P. I. Chaikovski)
1967: Ballet Real de Suecia
1968: Royal Ballet de Londres
1969: Ballet del Teatro Alla Scala de Milán
1971: Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires
1979: Ballet de la Staatsoper de Berlín
1985: Ballet de la Opéra de París
1984: Ballet de la Opera Nacional de Finlandia
Romeo y Julieta (S. Prokofiev)
1977: London Festival Ballet
1980: Ballet del Teatro Alla Scala de Milán
1984: Ballet de la Opéra de París
Manfred ((P. I. Chaikovski)
1979: Ballet de la Opéra de París
La Tempestad (P. I. Chaikovski)
1982: Royal Ballet de Londres
1984: Ballet de la Opéra de París
Bach Suite (J. S. Bach) 1984: En colaboración con Francine Lancelot
Washington Square (Ch. Ives) 1985: Ballet de la Opéra de París
La Cenicienta (S. Prokofiev)
1986: Ballet de la Opéra de París
1991: Ballet del Teatro San Carlo de Nápoles
La Bayadera (versión en 3 actos) (L. Minkus)
1992: Ballet de la Opéra de París
